Luego de la sesión especial desarrollada el pasado jueves para recordar las consecuencias del último golpe de Estado cívico militar, quedó abierta al público en la Legislatura provincial una muestra conmemorativa del Día de la Memoria por la Verdad y la Justica realizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, con la colaboración del Archivo Histórico provincial y ambas cámaras.
Se trata del rescate del trabajo de dos referentes de los derechos humanos en nuestro país: Emilio Mignone y Adelina Dematti de Alaye; sendas exhibiciones pueden visitarse en los accesos de la Cámara de Diputados y de la de Senadores, respectivamente. Además, en el ingreso común de calle 7 se podrá ver una serie de maquetas de ex Centros Clandestinos de Detención hoy convertidos en Sitios de Memoria. Las exhibiciones se pueden recorrer de manera gratuita de lunes a viernes de 8 a 20.
Emilio Mignone, oriundo de Luján, fue abogado, político, funcionario público, escritor, docente e investigador además de uno de los más importantes defensores de los derechos humanos de Argentina. La muestra "Un hombre de valor, un legado impostergable" destaca su rol fundamental en los procesos de Memoria, Verdad y Justicia, y subraya su constante trabajo en el campo de la educación y su aporte inestimable al fortalecimiento de la democracia. En el recorrido, además de consideraciones sobre su legado, podrán verse documentos de trabajo, cartas, premios, libros, fotos y objetos personales.
En el campo educativo, Mignone desempeñó importantes roles, que lo convirtieron en un destacado especialista en políticas públicas de educación: fue Director General de Enseñanza de la provincia de Buenos Aires entre 1949 y 1952; trabajó para el Departamento de Becas de la Organización de los Estados Americanos (OEA); fue Subsecretario de Educación de la Nación; fundador y Rector de la Universidad Nacional de Luján; Director de la Oficina de Buenos Aires de FLASCO y creador además de presidente de la CONEAU (Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria). En 1994 fue incorporado a la Academia Nacional de Educación. Consideraba la educación como un bien público y un pilar fundamental para los derechos humanos.
Si bien se comprometió con la democracia y los derechos humanos desde joven, el secuestro y posterior desaparición de su hija Mónica en mayo de 1976 fue lo que lo empujó, junto a su esposa Chela Sosa, a la búsqueda que lo terminó convirtiendo en uno de los líderes principales del movimiento que surgió como respuesta a los crímenes perpetrados por la última dictadura cívico-militar. Juntos participaron activamente en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), apoyaron desde sus comienzos los movimientos de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y en 1979 co-fundaron el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que Emilio presidió hasta su fallecimiento, hace ya 20 años.
Desde allí ayudó a documentar los crímenes, asistió a las víctimas y familiares en la búsqueda de justicia, y movilizó al sistema internacional para la protección de los DDHH. Su trabajo en éste ámbito fue reconocido internacionalmente.
De formación profundamente católica, entre sus numerosas publicaciones y libros en los que volcó sus ideas sobre temas sociales, educacionales y derechos humanos se destaca Iglesia y Dictadura. El papel de la iglesia a la luz de sus relaciones con el régimen militar, libro que fue traducido y publicado en varios idiomas.
Por otra parte, en el Senado puede verse "Un archivo, todas las luchas" sobre Adelina Dematti de Alaye, una de las fundadoras de la APDH y la Asociación Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora La Plata que también integró la Comisión Provincial por la Memoria.
Nacida en Chivilcoy, ejerció la docencia en varias ciudades de la Provincia. En mayo de 1977, su hijo Carlos Esteban fue secuestrado en la vía pública por personal de civil mientras volvía a su casa en bicicleta, en Ensenada. Entonces su vida dio un vuelco: "Las circunstancias me llevaron a ser una madre buscando a su hijo desaparecido, una Madre de Plaza de Mayo. Y esa también es mi identidad", solía decir al presentarse.
En su búsqueda, Adelina fue construyendo un archivo que años más tarde sería declarado por la Unesco como "Memoria del Mundo". Con el afán de tener todo registrado, llevaba su pequeña cámara escondida entre las ropas en plena dictadura a pesar del riesgo. Así logró inmortalizar imágenes únicas, como las de las primeras marchas en Plaza de Mayo -antes que las madres usaran su pañuelo hoy característico, sus encuentros en Buenos Aires y La Plata; la cola para denunciar los crímenes de la dictadura ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA; las primeras Marchas de Resistencia o el "Siluetazo". Por ello es conocida como "la madre fotógrafa", a pesar de no identificarse como tal.
Su archivo, que continuó engrosando en democracia, reúne miles de fotografías, cartas, expedientes judiciales, volantes, folletos, investigaciones personales y recortes periodísticos que fueron donados al Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, algunos de los cuales conforman esta exposición.
Realizó junto a otras Madres una exhaustiva investigación sobre el Cementerio de La Plata y los médicos de la morgue que firmaban certificados de defunción a miles de NN. Como resultado, escribió "La marca de la infamia. Asesinatos, complicidad e inhumaciones en el cementerio de La Plata", publicado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Entre los muchos reconocimientos que recibió, fue declarada ciudadana ilustre de la Provincia de Buenos Aires, de la ciudad de La Plata y de Chivilcoy, y Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata.
Finalmente, "Construcciones de la Memoria" permite acceder a las reproducciones a escala de cinco ex Centros Clandestinos de Detención transformados en Sitios y Espacios de Memoria: los de la Plata "Comisaría 5ta" y "Destacamento de Arana"; el "Pozo de Banfield", de Lomas de Zamora; la "Brigada Las Flores" de la localidad homónima; y el de "Monte Pelloni", de Olavarría. Estos son algunos de los 240 centros de detención ilegales que funcionaron en territorio bonaerense. Edificios públicos que, bajo el control operacional de las fuerzas armadas y de seguridad, fueron testigos del encierro ilegal de miles de detenidos que fueron sometidos a torturas, ejecuciones, robo de bebés y torturas.