"La extensión ha tenido una muy buena recepción, tanto en los ciudadanos como en los comercios. La restricción horaria, lejos de reducir el consumo de alcohol, en no pocos casos termina incrementándolo, cuando el público, especialmente los jóvenes, termina adquiriendo bebidas alcohólicas anticipadamente y en exceso, "por las dudas", contrariándose así los objetivos de la prohibición", señaló Castello.
"La restricción impulsa la compra de bebidas alcohólicas a establecimientos ilegales o sin autorización o mediante delivery telefónico o digital a personas que no cumplen con la normativa. Ello constituye una desleal competencia para con los comerciantes que con mucho esfuerzo operan dentro de la ley", amplió.
Para el legislador marplatense, la no ampliación del horario también perjudica a la industria de la cerveza artesanal, ya que por sus características requiere de numerosos puntos de recarga de botellones cerveceros, los cuales "se ven sensiblemente afectados por la restricción horaria".