Los mismos, descartados por estar obsoletos, deteriorados o rotos, fueron exportados para la recuperación de metales o para la fabricación de nuevos productos, siempre y cuando no puedan ser reparados, disminuyendo así el impacto negativo que producen en el ambiente al ser tirados como basura. Resta un segundo envió con igual o mayor cantidad de kilos de material.
La campaña se realizó en nuestra ciudad del 17 al 30 de junio y se colocaron containers en distintos puntos donde el público pudo llevar todo aparato electrónico en desuso.