El sábado pasado, entró en vigor un decreto que en la práctica supone un aumento en los derechos o retenciones que pagan las exportaciones de granos y carnes para adecuar ese tributo al alza del dólar en el mercado local de cambios, según las autoridades.
La medida fue rechazada por las asociaciones agropecuarias, que aducen que ese ajuste afectará a las economías regionales y pone en riesgo a pequeños productores.