"Coherencia y unidad para dar vuelta la historia"
Las actitudes destituyentes de Cambiemos se contrastan con cualquier tipo de buena intención que pueda venir desde una propuesta política.
Los creadores de la deuda, los expertos en fracasos de la Alianza o el macrismo, se enfrentan entre sí compitiendo en su tono destructivo, vengativo y brutal para no perder terreno con su competidor por afuera.
Mientras la pobreza se engrosa a pasos agigantados, los empresarios maximizan sus ganancias a costa del salario de los trabajadores y concentran el mercado cada vez más, el capital financiero y los bancos exprimen a los más débiles con la excusa de soportar la bomba de letras y bonos de deuda que vienen absorbiendo periódicamente y el poder judicial se parece más a una Sociedad Anónima que a un poder del estado.
Pero además, si hablamos de situaciones circulares o cíclicas, pareciera que entramos ante un gran dejavú, una marca que nos viene de otro tiempo en el que se nos dijo que había que refugiarse en la Provincia y terminamos perdiendo todo.
En ese marco de incoherencias aparece un sector de la población asqueado con la situación y complica más la cosa, acercándose a referentes violentos, irracionales o vengativos.
Cada espacio le habla a su público y ya nadie se ocupa de mayorías, pero en un momento las mayorías aparecen y determinan hacia dónde va la cosa. Porque la única verdad es la realidad y eso sigue siendo siempre así, aún en tiempos de post verdad.
Y es ahí donde remarcamos la necesidad de la coherencia.
No estamos describiendo la situación como cronista de un portal, estamos poniendo el hombro y entregando lo mejor que tenemos para dar vuelta esta situación.
Y por eso nos preguntamos, ¿Cómo qué hay que armar un programa?
¿Nos hablan en serio?
Llegamos hasta la desesperación aportando el proyecto del canal de Magdalena para aprovechar la inmensa riqueza fluvial de Argentina y recién hoy “llaman a licitación”, por decir uno de los programas que venimos señalando desde el Peronismo de la Soberanía.
Quienes insisten con elites y clases magistrales nos llevan al abismo vengan de donde vengan.
Necesitamos volver al proyecto popular y una conducción de mayorías coherente que exprese claramente la disputa entre pueblo y oligarquía que viene desde los inicios de la patria.
Por supuesto que hay que construir consensos y deberíamos empezar por casa.
En honor a la coherencia es que nadie en el Frente de Todos puede desentenderse de este gobierno, empezando porque muchos de los que dicen yo no fui son sus más altos funcionarios.
Es hora de reconstruir la unidad del campo popular y llegar de la mejor manera posible a la contienda electoral porque el resultado de esta elección marca gran parte del destino de la Patria.
