Robo de película en Morón: una banda de boqueteros vació una joyería a metros de la Municipalidad y la comisaría

| Edición N° 5540

Buenos Aires, Argentina

07-05-2025 | "Se llevaron todo"


Robo de película en Morón: una banda de boqueteros vació una joyería a metros de la Municipalidad y la comisaría

El boquete, de unos 50 centímetros de diámetro, fue realizado desde una peluquería lindante.


En el corazón de Morón, a plena vista de las instituciones que deberían garantizar la seguridad, una banda de delincuentes ejecutó un golpe cinematográfico. La joyería Litsa, ubicada sobre la calle Belgrano al 100, fue saqueada durante la madrugada del lunes mediante un boquete que conectaba con una peluquería lindante. El resultado: un robo millonario, impunidad absoluta y un comerciante devastado que aún intenta asimilar el hecho. El escenario es digno de un thriller urbano: apenas a dos cuadras de la Comisaría 1ª y frente a la sede municipal, los ladrones trabajaron durante horas con precisión quirúrgica. 

El boquete, de unos 50 centímetros de diámetro, fue practicado en una pared que da a una escalera interna del local. Así, los delincuentes ingresaron sin activar ninguna alarma, desactivaron las cámaras de seguridad y, como si no fuera suficiente, se llevaron los DVR que almacenaban las grabaciones. "No sé qué pudo haber pasado. Tenemos Prosegur, tenemos alarmas, sensores sísmicos, cámaras. Cuatro teléfonos cargados para que me llamen si algo suena. Nadie me avisó. Cuando me enteré, me quería morir", relató Jorge, el dueño del comercio, en una entrevista con TN. 


El comerciante, de 57 años, llegó por la mañana tras recibir un llamado policial. Lo que encontró fue un local vacío y devastado: "Se llevaron todo". La pérdida es incalculable. Dinero en efectivo, joyas, objetos de altísimo valor. Pero el golpe más doloroso tal vez no sea económico: Jorge confirmó que no tenía seguro sobre los bienes robados. "Es un daño irreparable. Trabajo de esto desde hace años. Esta vez no tengo cómo empezar de nuevo", confesó con la voz quebrada. La hipótesis de una "entregada" resuena entre los comerciantes de la cuadra. ¿Cómo es posible que una alarma con sensores sísmicos no haya reaccionado? ¿Por qué no se activó el protocolo de seguridad? 


El fiscal Matías Rappazzo, a cargo de la UFI N.º 7 de Morón, investiga las posibles fallas del sistema de seguridad y si hubo participación interna. Mientras tanto, la Policía Bonaerense recolecta testimonios de vecinos, revisa cámaras del municipio y reforzó la custodia en locales cercanos. Como respuesta inmediata, se apostó un patrullero en un local desocupado frente a la Municipalidad, apenas a la vuelta del lugar del hecho, un gesto tardío en un centro que, durante el fin de semana largo, se volvió tierra de nadie. El caso sacude al distrito y pone en duda la efectividad de los sistemas de seguridad en zonas clave del conurbano bonaerense. 

En plena vigencia del debate sobre seguridad, presupuesto policial y crimen organizado, el asalto a Litsa se convierte en un símbolo de desprotección. Jorge, el joyero, todavía no logra entender cómo ocurrió todo sin que nadie se diera cuenta. ""Tenemos Prosegur, que no funcionó. No me llamaron. La pared tiene sísmicos y, cuando tienen sísmicos, suenan las alarmas. Nadie reaccionó. Entraron y estuvieron acá. Se llevaron todo. No me llamaron por teléfono desde la alarma.  Si alguien me hubiese llamado, llamaba al 911 y estaban acá en minutos. Pero no pasó. Estuvieron adentro. Se llevaron todo. Me arruinaron la vida", sentenció.