“Lamentablemente ya se normalizó el hecho de que infinidad de argentinas y argentinos sigan padeciendo la pobreza, pero con las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, ahora ya empieza a ser común que incluso las personas asalariadas también sufran de inseguridad alimentaria”, señaló Gray. El intendente advirtió que esta situación refleja el impacto directo de las medidas económicas actuales sobre el poder adquisitivo de los trabajadores.
El informe mencionado destaca que casi un 20% de los ocupados del país atraviesa dificultades para acceder a una alimentación adecuada. Esto significa que, a pesar de tener ingresos estables, muchas familias deben reducir la cantidad o calidad de sus comidas debido al encarecimiento de los alimentos y la pérdida del valor real de los salarios.
Gray remarcó la necesidad de implementar políticas públicas que prioricen la recuperación del empleo digno y el acceso a una canasta básica alimentaria. “Es tremendo que, aún con ingresos estables, la gente se vea obligada a reducir la cantidad o calidad de sus comidas debido a que la plata no alcanza”, afirmó. En ese sentido, el mandatario local llamó a los distintos niveles del Estado a actuar con urgencia para frenar el deterioro social que golpea a amplios sectores de la población.